Somos lo que comemos y comemos como vivimos

Estaréis de acuerdo conmigo en el título del post: Somos lo que comemos, y además la causa de ello es nuestra forma de vida, comemos como vivimos, y es que nuestros hábitos nos llevan a realizar unas determinadas compras u otras, nos hacen elegir unos tipos de alimentos u otros e incluso nos influye en nuestra manera de cocinar.

La sociedad actual la define muy bien la Doctora Mónica Katz @KatzDra en su libro "Más que un cuerpo. Cómo descubrir tu verdadera belleza" en la sinopsis exponen lo siguiente:
"Vivimos en un mundo con barreras al movimiento, con plena disponibilidad calórica las veinticuatro horas de los siete días de la semana, con fármacos que engordan, con deuda de sueño, con un alto nivel de estrés, con una generalizada dificultad para manejar naturalmente nuestras emociones.
Y, paradójicamente, se nos pide delgadez a la cuenta de tres. ¿Quién puede llegar a esa meta sin sufrir las consecuencias lógicas de una carrera destinada al fracaso?"

Y así es, tenemos poco tiempo para el deporte, la mayor parte de la población trabaja teniendo una vida sedentaria, con niveles de estrés muy altos que por cierto, han hecho que se disparen los ictus cerebrales a temprana edad y como broche final, tenemos a nuestro alcance todo tipo de alimentos, saludables y basura, calorías sanas y chatarra que se acumula en nuestros adipocitos, la pirámide de la alimentación la hemos visto invertirse o variar en alguno de sus escalones según si estaba de moda una dieta u otra; y al fin y al cabo, los alimentos son nuestra fuente de energía, por eso estamos cada vez más agotados.

Ese cansancio crónico fue el que me llevó a querer alimentarme mejor, es verdad que ésto no puede cambiarse de un día a otro. Me he pasado varios años, leyendo sobre alimentos, super alimentos, dietas detox, dietas saludables, dieta mediterránea, nuevas especies y tubérculos...
Pero he tenido que ir filtrando mucha información, he ido probando en mi cuerpo lo que me sentaba mejor, lo que me adelgazaba, lo que me mantenía en mi peso dándome energía, lo que me hacía descansar mejor y os puedo decir que lo que aconsejo tiene evidencia empírica. 

Os dejo varios libros que han sido de mis favoritos y de los cuales he aprendido mucho.

       


De cada uno de ellos he sacado algún alimento, hábito, ingrediente o receta que ya forman parte de mi dieta y del resto de mi familia. Si lo hacéis de manera atractiva, hasta los niños pueden comer brócoli o una sopa de miso.

Mi dieta se basa en alimentarme de manera muy saludable sin perder las recetas tradicionales de mi madre, ni privarme de algún alimento que por aquí por el Sur los tenemos como delicatessen. Como dice Pilar Benítez, los tóxicos hay que evitarlos en lo posible, así que la cerveza sin alcohol es ahora mi aliada en ocasiones, eso sí, cuando hay que beber un buen vino, soy la primera en degustarlo con placer, pero nunca llegar a Somos lo que comemos, estamos como bebemos...No digo nada más..

Mis desayunos son sencillos: un bol de leche de arroz con avena y una cucharada de semillas de lino. A media mañana una infusión o té con alguna galleta de quinoa  o arroz.
Las comidas son generalmente mezcla de verduras y proteínas, las verduras deben ser las más variadas posibles pero intento que en casa se coma una vez a la semana al menos, espinacas, brócoli, coliflor, remolacha, zanahorias, apio, además de lo que hemos consumido habitualmente claro, patatas, pimientos, tomates, cebollas, ajos; pero estos últimos están en nuestra dieta desde siempre.
Dos veces a la semana tenemos que consumimos legumbres, tengo suerte que a mis hijas les gusten de todo tipo hasta las judías blanca aliñadas, lentejas guisadas o en ensalada, garbanzos, en Hummus o en cocidos.
Las proteínas las reparto en carnes de ave, sobre todo el pavo que cada vez nos gusta más, el pollo debe ser siempre de campo, carnes de ternera y cerdo sólo ocasionalmente y huevos camperos. Las legumbre, como os he comentado anteriormente, o el tofu, una fuente de proteína que a mí personalmente me gusta mucho.
Fundamental los hidratos de carbono, arroz, pastas y panes siempre integrales, de trigo, cebada o centeno, para mí el más ligero es el de centeno, con lo que es mucho más digestivo.  La quinoa, muy rica en sopas o bol con cereales y más barata de esta forma que en formato pan o leche.
Las cenas, sopas orientales de miso, de algas, con tofu. Verduras cocinadas y calientes, ayudan a que el cuerpo entre en calor para el sueño y si de postre tomas una infusión relajante es genial. Mis favoritas son de la marca YOGI TEA  http://www.yogitea.com/es/  No hace falta ni endulzarlas, tienen un toque picante por los ingredientes orgánicos utilizados riquísimos. Y hablando de endulzar, el último descubrimiento han sido las melazas de cereales, para mí deliciosas, pero si queréis un punto más de dulzura, el sirope de Agave es una muy buena opción.

A mí me parecía increíble cuando sentí que reducía de manera muy agradable el Síndrome Premenstrual que sufría desde hacía dos años y que ni con los consejos de la ginecóloga como el Aceite de Onagra, me disminuía, mi estado, era una mezcla de factores que no había comprendido hasta ahora.  
“Dime lo que comes y te diré quién eres.”  
ANTHELME BRILLAT-SAVARÍN





Comentarios

Entradas populares de este blog

DAN-SHA-RI

ZAPATOS ROJOS

Reafirmación de Propósitos