Un mundo sin oficinas
Imaginaos por un momento, un mundo distinto, nuevo, una ciudad sin edificios de oficinas...y no hablo de que os vayáis a "Legend" la película en la que Will Smith se encuentra solo en la ciudad de Nueva York, desolada, destrozada, sin sus característicos rascacielos, no, porque es verdad que se perderían algunos de los más bellos espacios de las ciudades anglosajonas, los Distritos Financieros. No quiero perder la visión del resplandor del sol en los rascacielos de los alrededores de la zona cero de Nueva York, ni perderme desde el otro lado del Támesis la City de Londres, sólo me gustaría que imaginaseis la simple ausencia de lugares de trabajo fijos. Para mí sólo tenerlo en la mente un segundo, me llena de paz. Perder de vista cubículos fríos que desde primeras horas de la mañana se tornan verdes por las lámparas fluorescentes que los iluminan, cuadriláteros en los que sólo les ves los ojos a tus compañeros por encima del ordenador y que a las 12h a.m. parecen las 19h. p.m. Con suerte no te tocan enmoquetados y no debes respirar el polvo que se acumula por las cientos de pisadas estresadas que se dan al cabo del día y que ni la mayor de las aspiradores pueda absorver porque se llevaría consigo muchas horas de trabajo, fatiga mental, éxitos y fracasos. ¿Por qué las ventanas están siempre cerradas? Cubiertas por paneles de plástico gris...la luz del sol...¿dónde está la luz?.
Parece que el estado de ánimo de la sociedad que trabaja en España, no es del todo bueno... Pero, con todo, imaginarme un mundo en el que el trabajo se pudiera realizar desde cualquier lugar y además hacerlo de manera eficiente, me trae la duda rápida: ¿estamos preparados para ello? ¿estamos educados en ello?.
Si reflexiono en ello es porque esta idea me sorprendió leyendo un artículo de la revista Elle, el movimiento se llaman KNOWMADS, y no precisamente hablan de locos con conocimiento, o locos sabios, sólo del conocimiento nómada....y me encantó, porque el lugar en el que trabajas en ocasiones te distrae e incluso te destruye, personalmente soy más productiva en la soledad de mi habitación de trabajo en casa, que en una oficina abarrotada de personas de distintos orígenes, con distintos intereses, a veces más o menos compañeros pero casi nunca amigos. Aunque tengo que decir que mis mejores amigas fueron compañeras en un tiempo y tengo amigos del pasado que aun conservo y con los que compartí oficina, es una panacea hablar de compañerismo en un entorno de tan agresiva competencia.
John Moravec ha sido el precursor de este movimiento y lo explica en la entrevista que os adjunto:
https://www.youtube.com/watch?v=GcsXAt07VtU
Se refiere a los trabajadores nómadas del conocimiento y la innovación como la generación venidera, los jóvenes estudiantes están más conectados a las tecnologías que las generaciones anteriores y sus conocimientos se conectarán más allá de cada individuo pudiendo crearse redes de innovación, ideas y el desarrollo del conocimiento será más rápido que lo que ha podido ser hasta ahora. No son necesarios lugares fijos de trabajo, tampoco horarios, las ideas al igual que las "musas" surgen cuando menos te los esperas, ¿y no son las más inspiradoras y geniales? Recuerdo un profesor de física que se levantaba de repente en mitad de la noche porque creía haber resuelto un problema. Es fantástico, porque eso es pasión, lo contrario es obligación, desmotivación, esfuerzo improductivo y empresas grises.
Está bien, no demolamos edificios de oficinas, bellezas neoclásicas que albergan organismos oficiales, rascacielos de cristal que iluminan las ciudades como si las hubiese invadido una gran nave alienígena...sólo respetemos las ideas, no las callemos, aprendamos de todos, escuchemos lo que los demás nos pueden aportar, hagamos esa red de conocimiento de nuestros lugares de trabajo, que el celo profesional no nos haga sordos. Yo intento aprender de cualquier persona que me pueda aportar algo que no sé, que me resulte interesante para mi trabajo y mi vida o que me alimente mi desarrollo personal. Aprendo de agricultura ecológica con mi suegro o le veo el sentido de las cosas con mis hijas de 8 años. No rompamos esa cadena de conocimiento, si lo haces, te quedarás allí, en el sitio donde te negaste a avanzar.
Parece que el estado de ánimo de la sociedad que trabaja en España, no es del todo bueno... Pero, con todo, imaginarme un mundo en el que el trabajo se pudiera realizar desde cualquier lugar y además hacerlo de manera eficiente, me trae la duda rápida: ¿estamos preparados para ello? ¿estamos educados en ello?.
Si reflexiono en ello es porque esta idea me sorprendió leyendo un artículo de la revista Elle, el movimiento se llaman KNOWMADS, y no precisamente hablan de locos con conocimiento, o locos sabios, sólo del conocimiento nómada....y me encantó, porque el lugar en el que trabajas en ocasiones te distrae e incluso te destruye, personalmente soy más productiva en la soledad de mi habitación de trabajo en casa, que en una oficina abarrotada de personas de distintos orígenes, con distintos intereses, a veces más o menos compañeros pero casi nunca amigos. Aunque tengo que decir que mis mejores amigas fueron compañeras en un tiempo y tengo amigos del pasado que aun conservo y con los que compartí oficina, es una panacea hablar de compañerismo en un entorno de tan agresiva competencia.
John Moravec ha sido el precursor de este movimiento y lo explica en la entrevista que os adjunto:
https://www.youtube.com/watch?v=GcsXAt07VtU
Se refiere a los trabajadores nómadas del conocimiento y la innovación como la generación venidera, los jóvenes estudiantes están más conectados a las tecnologías que las generaciones anteriores y sus conocimientos se conectarán más allá de cada individuo pudiendo crearse redes de innovación, ideas y el desarrollo del conocimiento será más rápido que lo que ha podido ser hasta ahora. No son necesarios lugares fijos de trabajo, tampoco horarios, las ideas al igual que las "musas" surgen cuando menos te los esperas, ¿y no son las más inspiradoras y geniales? Recuerdo un profesor de física que se levantaba de repente en mitad de la noche porque creía haber resuelto un problema. Es fantástico, porque eso es pasión, lo contrario es obligación, desmotivación, esfuerzo improductivo y empresas grises.
He dicho!
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